Hace un año todo un país celebraba hacer historia…las calles vacías, el corazón en un puño, nervios, tensiones y después una evasión de alegría inusitada, jamás sentida, vivida…solo soñada…Aquella noche fue histórica, y más vista un año después…Aquella noche especial, me perdí, nos perdimos, lo que todos los españoles jamás se habrían perdido en su vida porque siempre será un momento para compartir, para contar a sus hijos, para recordar eternamente…
Un año después, de lo único que me merece la pena acordarme es que en esos momentos estaba contigo, agobiado porque sabía que la historia iba a escribirse y no quería perderme ese instante…Siempre he estado ávido de momentos sublimes, pero ese jamás será olvidado, aunque nunca volvamos a vernos…porque ese momento (y mañana hará un año exacto….el tiempo pasa impasible)…ese momento, lo compartí contigo…estaba a tu lado…podía celebrar mi propia copa del mundo…Recuerdo los instantes previos…Salía de trabajar, el partido pasaba a la prórroga…te llamé…quería verlo contigo, aunque me daba coraje perderme cualquier detalle, me dijiste que fuera, que lo viésemos juntos, que estabas dolorida del sol…rojita como un tomate…Dilema…dónde comprar crema hidratante, dónde…el tiempo pasaba y yo no podía fallarte…Necesitabas esa crema, me habías dado el poder, la confianza y el cariño…y yo debía, tenía, sentía que tenía que estar allí, a tu lado, pero el partido me tenía entusiasmado…Como siempre, quería hacerlo todo, tenerlo todo…La primera parte de la prórroga finalizaba…por fin, encontré un Open, la cola, gente comprando comida…la espera, los nervios….el coche montado en la acera…tenía el pálpito de que algo iba a pasar…La calle desierta…corre que te corre salí disparado…pisé el acelerador…semáforos en rojo…color de la roja…era una señal…había que saltárselos…el destino tenía un precio y yo tenía que estar allí…gritando campeones, campeones en tu pequeña tele, con el calor imposible de un verano de euforia…Las calles se alargaban , me sabía el camino de memoria…Por fin llegué, te comenté que me esperaras en la puerta para no meter el coche dentro…la prórroga estaba avanzada…aún, ningún gol…apareciste en la puerta como un angelito colorado…señal de que la roja iba a ganar, lo presentía, lo palpitaba…lo intuía…y pasó…en ese momento…infinitos escalones que llevaban al cielo pararon el mundo…se oyó un estruendo…un gol que traspasaba fronteras…el mejor momento de la historia y seguía ascendiendo escalones…¿Decepción, frustración?... Una gran desazón me invadió por un instante…Entramos corriendo en casa…pusiste la tele, esa tele con la que yo me peleaba porque no sabía cómo domesticarla…En ese lugar, en ese instante, en esa mirada de complicidad…ambos fuimos campeones del mundo…uno con otro…nos abrazamos, teníamos nuestra copa del mundo sin saberlo…sonreímos…Nos queríamos
¿Quién se acuerda hoy de aquello? Todo el mundo habla de hace un año…Cuando cierro los ojos para pensarlo, recuerdo ese momento donde ponía cremita en tu espalda achicharrada, donde los pequeños besitos que te daban te hacían ver lo dolorida que te sentías…En ese momento…sentí que había merecido la pena perderse el gol más importante de la historia…porque siempre podría decirle a mis hijos que el día que España ganó el Mundial…estaba contigo…y tú conmigo…y en vez de emborracharnos e irnos de fiesta…te ponía cremita en tu sensible piel, porque Tú, en ese instante eras mi Roja…mi Rojita…y esa sensación, emoción y sentimiento, ni todas las copas del mundo, Eurocopas, Ligas o Copas del Rey podían igualarla…
Hoy soy el único que me acuerdo de ello…y quería compartirlo contigo…allá donde estés…en esa tierra danesa que algo tiene de rojo…Nunca leerás esto, pero al menos, alguien lo leerá algún día, y se dará cuenta, todo lo que te quise…nos quisimos…
Te deseo lo mejor en el tiempo que te quedes por allá, ya me dijeron que no volverías en un año…siento haberte molestado, pero extrañaba el imposible de tus palabras…y mis recuerdos
Te dejo un regalo, por si lo aceptas… La canción de Vetusta Morla titulada Copenhague, por si no la has escuchado…causalidades de esta incrédula vida…Cuídate…Besos
El corría, nunca le enseñaron a andar,
se fue tras luces pálidas.
Ella huía de espejismos y horas de más.
Aeropuertos. Unos vienen, otros se van,
igual que Alicia sin ciudad.
El valor para marcharse,
el miedo a llegar.
Llueve en el canal, la corriente enseña
el camino hacia el mar.
Todos duermen ya.
Dejarse llevar suena demasiado bien.
Jugar al azar,
nunca saber dónde puedes terminar...
o empezar.
Un instante mientras los turistas se van.
Un tren de madrugada
consiguió trazar
la frontera entre siempre o jamás.
Llueve en el canal, la corriente enseña
el camino hacia el mar.
Todos duermen ya.
Dejarse llevar suena demasiado bien.
Jugar al azar,
nunca saber dónde puedes terminar...
o empezar.
Ella duerme tras el vendaval.
No se quitó la ropa.
Sueña con despertar
en otro tiempo y en otra ciudad.
Dejarse llevar suena demasiado bien.
Jugar al azar,
nunca saber dónde puedes terminar...
o empezar.
se fue tras luces pálidas.
Ella huía de espejismos y horas de más.
Aeropuertos. Unos vienen, otros se van,
igual que Alicia sin ciudad.
El valor para marcharse,
el miedo a llegar.
Llueve en el canal, la corriente enseña
el camino hacia el mar.
Todos duermen ya.
Dejarse llevar suena demasiado bien.
Jugar al azar,
nunca saber dónde puedes terminar...
o empezar.
Un instante mientras los turistas se van.
Un tren de madrugada
consiguió trazar
la frontera entre siempre o jamás.
Llueve en el canal, la corriente enseña
el camino hacia el mar.
Todos duermen ya.
Dejarse llevar suena demasiado bien.
Jugar al azar,
nunca saber dónde puedes terminar...
o empezar.
Ella duerme tras el vendaval.
No se quitó la ropa.
Sueña con despertar
en otro tiempo y en otra ciudad.
Dejarse llevar suena demasiado bien.
Jugar al azar,
nunca saber dónde puedes terminar...
o empezar.
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